La historia de cómo conocí este álbum y ésta banda es particular, algo intersante y bastante determinante en mi vida. No, no estoy exagerando, ¡en serio marcó una diferencia para mí! Resulta que cuando iba en 3º básico (debo haber tenido como 9 años), mi curso y el de 3º medio organizaron un "amigo secreto" en el cual te asignaban un alumno de esa clase, con quien tenías que escribirte cartas para conocerse y al final encontrarse en la vida real y darse un regalo. Ese día en particular, recibí mi segundo casette (el primero había sido uno de The Beatles, y sí, en ese tiempo aún no era considerado un elemento tan arcaico, ¿ok?). Como sea, el asunto es que mi regalo notaba una clara despreocupación por el asunto; mientras los regalos de mis otros compañeros estaban cuidadosamente envueltos en papeles multicolor, el mío estaba dentro de un paquete de hojas de cuaderno con un pequeño mensaje que decía algo así como "Este disco de Blink 182 te va a mostrar más o menos la música que hace mi banda, Wákala" -"qué asco", en chileno- (sí, así se llamaba la banda de mi amigo secreto, Tomás creo que se llamaba él). Yo no recuerdo qué regalo le hice, pero de seguro no era suficientemente bueno en comparación al suyo, sólo sé que llegué a mi casa y escuché el cassette de inmediato. Entonces Blink 182 se convirtió en mi banda favorita, en un sonido que siempre logrará ponerme de buen humor y llenarme de energía y, por sobre todo, en la banda que me mostró por primera vez el mundo de la música punk adolescente. Hoy, varios años después, no sé qué haría sin ellos.
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