Ladrillo tras ladrillo

Esta entrada es para compartir un cuento que escribí hace un tiempo, el cual se basa particularmente en la canción "Brick by Boring Brick" de Paramore. De alguna forma, es lo más cercano a un cuento mravilloso que he escrito, y tiene gran significado para mí. Si lo leen, espero que lo disfruten.

El cielo tenía hermosos tonos amarillos y anaranjados propios del otoño. Los árboles, seres en constante movimiento, eran de todos los colores imaginables e inimaginables, a tal punto que la mayoría de ellos ni siquiera tenían un nombre. Las hojas secas envolvían el suelo dándole el aspecto de una masa tupida y naranja. Cada vez que una de ellas caía desde la rama de un árbol y se estrellaba contra sus hermanas, provocaba un suave crujido que rompía el agradable silencio. Mi cabaña de madera estaba ubicada en el centro del prado. Yo estaba muy orgullosa de mi pequeña construcción, pues me había tardado apenas cinco minutos en hacerla.

Repentinamente, las campanadas del reloj dieron las doce con un ruido ensordecedor. De inmediato, la escena cambió. Todo se volvió oscuro y realmente tenebroso. Los tonos cálidos se volvieron fríos y azulados.

No de nuevo, me quejé en mi fuero interno.

Pero todo había sido un truco. Mi cabaña se desplomó estrepitosamente como de costumbre y los lobos hambrientos descendieron de las lejanas colinas, furiosos y amenazantes.

¿Por qué mi cabaña nunca se mantenía en pie? Era irritante que todo se repitiera una y otra vez, día tras día.

Corrí asustada, en un débil intento de escapar del peligro. Pero las enredaderas decidieron cobrar vida y me atraparon los pies con violencia, haciéndome de bruces. Cerré los ojos fuertemente y esperé a que todo terminara de una vez, pero eso nunca sucedió. Todo pareció calmarse y me permití a mí misma abrir los ojos nuevamente: el paisaje era bello otra vez. Idéntico al anterior.

Quizás, me dije, quizás deba construir la cabaña de nuevo. Pero será de ladrillos esta vez.