Y de pronto, sin más, lo que pareció ser un error más, resultó ser lo que me trajera por fin la calma. De pronto, sin previo aviso, lo que resultó ser abrumador durante tanto tiempo ya no es más que un asunto secundario. Nada parece estar mal, al menos no ahora. Al menos no aún. Después de todo, no tengo nada más que el presente para respirar hondo una vez más y darme cuenta de todo lo que en verdad importa.
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