Después de todo, he aprendido tres cosas:
A veces, quienes tratan de hacer felices a todos los demás son quienes están más solos.
Incluso quienes una vez fueron tus enemigos pueden ganarse un lugar en tu corazón.
Los compañeros del alma nunca mueren.
Y también: Incluso aquellos a los que alguna vez desilusionaste estarán ahí como un puerto seguro donde arribar (:
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