Cada observador tiene la capacidad de otorgarle una perspectiva única a cada situación. En realidad, las cosas en sí nunca están bien o mal, sino que es el que mira quien decide finalmente. Entonces, ¿por qué nos es tan difícil cambiar el mundo a partir de nosotros mismos? Creo que, de algún modo, es difícil ver las cosas con otros ojos si por dentro sentimos el mismo vacío de siempre...
miércoles, 19 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
Lo que quieras.
Si el invierno te es muy largo, yo puedo acortarlo.
Si te gustan los planetas, yo te los llevo a tu puerta.
Y si quieres ver a Dios, tengo su foto en un cajón.
Si te molesta tu padre, mejor dile que se prepare.
Y si quieres suicidarte, yo podría dispararte,
y también acompañarte al infierno, a cualquier parte.
¿Y si no quieres nada...?
Si quieres matar a todos, aprende a hacer bombas nucleares.
Si quieres ganarte el Cielo, yo me arreglo con San Pedro.
Si quieres un mundo nuevo, yo ya te lo tengo hecho.
O si has querido alas, pues revisa de inmediato tu espalda.
Lo que quieras, lo que quieras...
¿Y si no quieres nada...?
- Dënver
sábado, 8 de septiembre de 2012
Silencios.
El otro día, camino al pre-universitario, pasé a la feria mix -como siempre que tengo que hacer hora en el mall-. Estaba mirando películas (y eso es bastante difícil ahí porque la mayoría son basura) y encontré Pulp Fiction (que en español se llama Tiempos Violentos, así súper matapasiones). Ya la había visto y todo, pero yo soy de las personas que disfrutan ver una buena película una y otra vez, sobre todo si es un clásico y además de un director maestro como Tarantino. La película estaba súper barata, así que la compré. Hoy la vi con mis papás -mi papá la había visto, pero hace tiempo, y mi mamá nunca-. En todo caso, ese no es el punto. A lo que voy es que, cuando veo Pulp Fiction, lo que más me llama la atención es la manera en la que se incluyen detalles muy interesantes en diálogos absolutamente triviales. Me parece profundamente verosímil, sobre todo en esas escenas largas tan características de este film. Como cuando Mia dice que sabes que encontraste a alguien realmente especial cuando puedes callarte durante un minuto entero y no sentir un silencio incómodo. Porque todos odiamos los silencios incómodos, y cuando acabamos de conocer a una persona sentimos una especie de obligación por llenar el silencio con todo tipo de estupideces. Eso es así. Y por eso es tan agradable estar con alguien con quien puedes simplemente callarte por un rato. Como si hubiera una cierta confianza de antemano. Algo inexplicable. Y es curioso, porque hay personas con las que nunca consigues eso, sin importar cuánto tiempo lleves conociéndolas; y hay otras con las que esa confianza viene desde el principio, desde el primer instante, desde el primer saludo. Es algo que se sabe. ¿Por qué a veces tenemos tanto miedo, aún cuando sabemos que hemos encontrado a alguien así de especial? Alguien que te permite ser tú mismo en un pacto de silencio, algo así como un acuerdo secreto. En teoría, haber encontrado una persona así debe ser por algo, las cosas no ocurren porque sí... ¿O sí?
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