viernes, 30 de marzo de 2012

Atrás quedaron los tiempos en los que un pequeño detalle podía hacerte sentir lleno de dicha en un instante, y hacerte miserable al siguiente. Atrás quedaron los tiempos en los que la felicidad dependía de los demás.

miércoles, 28 de marzo de 2012

sábado, 17 de marzo de 2012

La Saga Crepúsculo y sus directores.

¡Hola gente! No he escrito una entrada interesante hace tiempo -como si a alguien le importara-, así que decidí hablar de algo que me llamó mucho la atención hace algunos días. Sí, adivinaron (?), tiene que ver con nada más y nada menos que la Saga Crepúsculo... Ya, si sé que es un tema demasiado toqueteado (por así decirlo), y además pasado de moda; pero no me voy a referir tanto a Crepúsculo y su historia, sino más bien a los directores de las películas basadas en dicha saga creada por Stephenie Meyer. Bien, antes que nada, quiero aclarar que yo no tengo nada en contra de las películas de Crepúsculo, y menos aún en contra de sus libros -que, por lo demás, fueron mis favoritos hace unos años-, pero el tema es el siguiente: ¿Por qué el nivel de las películas de cada uno de los directores de esta saga ha bajado tanto desde la aparición de la misma? Creo que es curioso, y me propuse hacer un pequeño análisis..


1. Catherine Hardwicke
La directora de Twilight es la primera víctima -claro, porque hay que denominarlos de cierta forma, ¿o no?- de éste fenómeno. La verdad es que a mí nunca me cayó muy bien esta señora, que siempre se las dió de directora volá y lolein (en la más David Lynch, pero más fea y con menos talento) y en todos los eventos relacionados con Crepúsculo aparecía hasta en la sopa. Bueno, igual hay que reconocer que con el éxito que estaba a punto de tener con su película cualquiera se pone así de feliz. En fin, para hacer memoria, Twilight fue una película taquillera a pesar de su bajo presupuesto y su poca fidelidad a la novela -faltaban muchas escenas, otras estaban cambiadas, y otras incluso inventadas-, y eso sin mencionar la mala elección, en algunos casos, del cast -el caso más representativo a mi parecer es el de Nikki Reed como Rosalie Hale, porque, no es por nada, pero ¿no se suponía que Rosalie era la mujer más hermosa del mundo?-. No obstante, y por suerte para Hardwicke (y la productora, claro está), la película que inició la saga provocó revolución entre niñitas y señoras de todo el mundo, incluso aunque la mayoría no conociera los libros. En mi opinión, Twilight es una buena película dentro de lo mala que es (jáh, eso sonó tan inteligente). Probablemente lo que la ayudó fue la ambientación (perfecta), la banda sonora, y la química entre Kristen Stewart y Robert Pattinson. Y sí, voy a admitir lo siguiente: sé que no es una buena película (de hecho tira para mala), pero no puedo evitar amarla y haberla visto como quince veces (ohmidios). Al final, la gente -sobre todo los fans- salía con sentimientos encontrados del cine, porque no sabía de qué quejarse primero; pero a la larga de autoconvencían de que la película estaba bien hecha -porque igual habían algunas escenas muy bien logradas y otras entrañables, como la del prado, el sueño en el que Edward se parece a Robert Smith y cuando James muerde a Bella en el estudio de ballet y Kristen pone cara de orgásmo, entre otras-. Y bueno, yo al menos me pregunté de dónde diablos había salido la señora ésta (la Hardwicke, por si la habían olvidado), y decidí que quería ver otra película de ella para ver qué onda. La película que vi se llama Thirteen, y básicamente era sobre adolescentes, drogas, sexo... la típica (?). Pero lo más interesante no era eso, sino que adivinen quién era la protagonista.. ¡Nikki Reed! Y no sólo eso, sino que, por lo que leí después, la película está basada en su vida y el guión está escrito en conjunto con Catherine Hardwicke. Curioso, curioso... Saqué dos conclusiones: la primera, la película era buena y entretenida, la segunda, Nikki Reed como Rosalie fue puro pituto. Cuek. Y bueno.. volviendo a Twilight, debo decir que más allá de todo hay que reconocer que esta directora hiso su trabajo porque logró iniciar exitosamente una saga con una película que pudo haber sido todo un fracaso, así que dentro de todo el proyecto  tuvo un final feliz. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de su película más reciente, La Chica de la Capa Roja, que es una versión moderna de La Caperucita Roja -con Amanda Seyfried y la participación de Billy Burke (el papá de Bella en la saga Crepúsculo; otro pituto más)-, porque sinceramente fue pésima. Hasta ahí nomás le llegó el éxito a la señora. The end.

2. Chris Weitz
En cuando a la segunda entrega de la saga, New Moon, muchos se preguntaban si la directora iba a ser de nuevo la señora lolein de antes, pero no. El caso es que por ese entonces, los fans de Crepúsculo estaban preocupados por algo aún más importante: Midnight Sun (el libro que iba a narrar la misma historia de Twilight, pero desde el punto de vista de Edward Cullen). La novela había sido anunciada por Stephenie Meyer tiempo atrás, pero nunca fue publicada, ¿las razones?: los primero doce capítulos del libro habían sido filtrados a internet -por lo cual Meyer se desanimó y no siguió escribiendo (o sea que se picó, para ser más percisos, y le dio lata seguir con su libro)-. Lo interesante de todo esto es que fue el inicio de un misterio: ¿quién había filtrado los capítulos a internet? Posteriormente, en una entrevista, se supo por la misma Stephenie que dichos capítulos solo habían llegado a manos de dos personas: Robert Pattinson (para que estudiara mejore a su personaje desde una perspectiva más interna) y Catherine Hardwicke; y lo más gracioso fue que Stephenie confirmó que ella sabía quién era el culpable y se mostró muy molesta -y claramente no era Robert porque estaba al lado de ella-. Cuento corto, Hardwicke no fue la directora de New Moon, sino que eligieron a un señor con cara de nada, conocido como Chris Weitz. Lo bueno de él era que no se creía lolein como la otra y no era tan hostigante porque era como de bajo perfil, entonces todos estaban felices. Este señor, además, había dirigido La Brújula Dorada (una película de fantasía que nunca vi, pero parece que a la gente le gusta), y junto a su hermano, About a Boy, una película conmovedora acerca de un niño que tiene una mamá con depresión, donde además actúan Nicholas Hoult cuando chico (Tony Stonem en Skins) y Hugh Grant. Como yo amo esa película, mis expectativas con New Moon fueron altas, sin embargo por culpa del tono comercial que había adquirido la saga desde su gran éxito (además de lo que yo llamo "la prostitución de Taylor Lautner, alias alpaca"), el filme no fue tan bueno como yo esperaba porque sentí que no era tan deprimente como lo es el libro (y yo fui al cine preparada para llorar a moco tendido, pero eso no pasó, así que faltó catársis), pero aún así disfruté de varios momentos, y sobre todo de la banda sonora que estaba repleta de bandas indie. Y, obvio, otro de los puntos a favor de esta película es Alice Cullen y su Porsche amarillo que la llevan.

3. David Slade
Aquí sí que quedó la grande. Primero porque Rachelle Lefevre, la actriz encargada de interpretar a Victoria (que ya había aparecido en las películas anteriores, pero tenía especial importancia en la tercera entrega), fue despedida repentinamente, siendo reemplazada por Bryce Dallas Howard. Yo no es que tenga algo en contra de ella, de hecho creo que actúa muy bien, pero me molesta en lo más profundo de mi ser cuando cambian a un actor en medio de una saga (como lo hicieron en George de la Selva, trauma infantil), y además Rachelle era una de las actrices que yo más había celebrado en la primera película. Por otro lado, y no menos importante, Kristen Stewart había interpretado hace poco a la rockera Joan Jett en la película The Runaways (uno de sus mejores trabajos, por cierto), y se había cortado el pelo; así que Bella Swan tuvo que usar peluca, ¿el resultado? Awful. Y sólo para agregar un inconveniente más, Eclipse, es para mí el peor libro de la saga porque es como "lo que pasó entre medio". La decepción fue mayor aún porque yo esperaba mucho de esa película porque David Slade era un director indie seco que había dirigido Hard Candy, una película buenísima protagonizada por Ellen Page, y además había dirigido videos musicales de bandas como Muse, The Killers, System of a Down y AFI. Con todo eso, el resultado tenía que ser bueno. No lo fue. Pero me gustó el poster de la película, según yo tiene toda una simbología.

4. Bill Condon
Este sujeto fue el encargado de dirigir Breaking Dawn, y prometía mucho porque a pesar de su apellido (irónicamente es gay), porque había ganado un Oscar por su película Gods and Monsters, y un Golden Globe por Dreamgirls. Yo, por mi parte, no le tenía mucha fe porque los directores de la saga ya habían demostrado ser unos tarados en el pasado, y yo ya no estaba tan metida en el tema de Crepúsculo como antes. Por otra parte, como el libro era demasiado largo para hacer una sola película y habían decidido hacerla en dos partes -y en la primera parte no pasa mucho-, ponía cara de póker cuando me hablaban de la cuestión. Pero resultó que la película fue más de lo que esperaba -quizás porque no esperaba mucho-, y es definitivamente la mejor de la saga, y también la más fiel al libro. La estética fue buena, la sangre suficiente pero no exesiva, los detalles estaban bien cuidados -a diferencia de las películas anteriores-, no habían tantas cosas chanta, los efectos eran mejores, y además se cortó justo cuando yo pensaba que se iba a cortar (jáh, soy seca). PERO -y aquí está la clave-, incluso con todos estos factores a su favor, Breaking Dawn no es una película merecedora de premios como el Golden Globle o el Academy Award. Es buena, mejor que las anteriores, me recuerda un poco a El Bebé de Rosemary, pero ahí se acaba el cuento.

En fin, como pueden ver, los directores de Crepúsculo parecen haber dejado un poco de lado sus talentos al dirigir estas películas. ¿Por qué? Quizás el hecho de que se trate de películas tan comerciales es lo que ha hecho de esta una saga cinematográfico que deja mucho que desear. Pero también es posible que, quizás, la historia de Crepúsculo no estaba hecha para la gran pantalla, sino que para quedarse por siempre en su formato literario, que tiene mucho más que entregar porque, a pesar de lo que muchos puedan decir, hiso que los jóvenes LEYERAN. Y ese es el gran aporte de Stephenie Meyer.

martes, 6 de marzo de 2012

Cosas simples.

Hay quienes se quejan constantemente de problemas inexistentes y miserias imaginarias. Pero todo eso parece ridículo cuando hay otros que logran ser felices al encontrar el rostro de una vieja conocida en una revista, o al escuchar una canción camino a casa...