miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vacaciones en casa

Estoy viviendo el verano más largo de mi vida. Acabo de graduarme, ya pasé por el drama de estudiar para la PSU y elegir el vestido para la licenciatura. ¿Qué queda? Nostalgia todavía no. Pero seguro que en unos meses más voy a extrañar a mis compañeros de curso, a los cuales tanto molesté con mi inagotable sarcasmo. Tengo un poco de pena por no ver a mis amigos tan seguido, pero aún no es un tema tan trágico para mí. Lo cierto es que me he pasado toda la semana viendo películas, leyendo cómics, libros y fanfictions por montones. Retomé el hábito de dibujar y escribir -escribir en serio, no sólo en mi cuaderno o en un blog, ya saben, contar historias-. Me propuse adquirir también la costumbre de salir a dar paseos en bicicleta diariamente. Es sano y creo que podrá despejar mi mente de tantos pensamientos diferentes. Es loco, pero una vida perfecta para mí sería muy parecida a esto. Claro, hay muchas cosas que aún quiero aprender, y gente que quiero conocer. Me quedan risas que reír, y lágrimas que llorar; y no puedo esperar para todo eso. Pero mientras tanto, tengo un montón de cosas que decir. Y aunque no haya nadie para escuchar, yo sigo narrando...

sábado, 1 de diciembre de 2012

Etapas

Al pensarlo, me sorprendo. Realmente no he escrito en este blog hace mucho tiempo... De hecho, ya ni siquiera escribo en mi cuaderno tan seguido como antes. Por lo general, solía escribir todas las noches, justo antes de dormir. Ese es mi modo de despejarme de todo lo que ocurre durante el día, y del montón de sentimientos que siempre estoy acumulando. Creo que esta escasez de escritura de mi parte de debe a que, en esta etapa de mi vida, todo gira en torno a otras cosas... Es loco pensar que en sólo un par de días más voy a estar haciendo el examen que, técnicamente, va a definir mi futuro. De algún modo sé que voy a tener buenos resultados... No piden demasiado puntaje para entrar a cine, y yo siempre he tenido buenas notas gracias a un trabajo sistemático. Pero creo que se trata un poco de eso; del estrés que he juntado durante años y que por fin, de una vez por todas, se va a disipar. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en el tiempo que desperdicié sufriendo por todo y nada. No es que pueda evitarlo, pero estos últimos cuatro años han estado tan llenos de inestabilidad en tantas formas... A veces me alegra que todo esté terminando y poder comenzar pronto una nueva etapa, con personas diferentes, con oportunidades inesperadas... Pero también a veces me pone triste tener que dejar todo atrás, porque siempre hay cosas entrañables, siempre hay cosas que me causarán nostalgia en algún tiempo más...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Perspectiva.

Cada observador tiene la capacidad de otorgarle una perspectiva única a cada situación. En realidad, las cosas en sí nunca están bien o mal, sino que es el que mira quien decide finalmente. Entonces, ¿por qué nos es tan difícil cambiar el mundo a partir de nosotros mismos? Creo que, de algún modo, es difícil ver las cosas con otros ojos si por dentro sentimos el mismo vacío de siempre...

domingo, 16 de septiembre de 2012

Lo que quieras.

Si el invierno te es muy largo, yo puedo acortarlo.
Si te gustan los planetas, yo te los llevo a tu puerta.
Y si quieres ver a Dios, tengo su foto en un cajón.
Si te molesta tu padre, mejor dile que se prepare.
Y si quieres suicidarte, yo podría dispararte,
y también acompañarte al infierno, a cualquier parte.
¿Y si no quieres nada...?
Si quieres matar a todos, aprende a hacer bombas nucleares.
Si quieres ganarte el Cielo, yo me arreglo con San Pedro.
Si quieres un mundo nuevo, yo ya te lo tengo hecho.
O si has querido alas, pues revisa de inmediato tu espalda.
Lo que quieras, lo que quieras...
¿Y si no quieres nada...?

sábado, 8 de septiembre de 2012

Silencios.


El otro día, camino al pre-universitario, pasé a la feria mix -como siempre que tengo que hacer hora en el mall-. Estaba mirando películas (y eso es bastante difícil ahí porque la mayoría son basura) y encontré Pulp Fiction (que en español se llama Tiempos Violentos, así súper matapasiones). Ya la había visto y todo, pero yo soy de las personas que disfrutan ver una buena película una y otra vez, sobre todo si es un clásico y además de un director maestro como Tarantino. La película estaba súper barata, así que la compré. Hoy la vi con mis papás -mi papá la había visto, pero hace tiempo, y mi mamá nunca-. En todo caso, ese no es el punto. A lo que voy es que, cuando veo Pulp Fiction, lo que más me llama la atención es la manera en la que se incluyen detalles muy interesantes en diálogos absolutamente triviales. Me parece profundamente verosímil, sobre todo en esas escenas largas tan características de este film. Como cuando Mia dice que sabes que encontraste a alguien realmente especial cuando puedes callarte durante un minuto entero y no sentir un silencio incómodo. Porque todos odiamos los silencios incómodos, y cuando acabamos de conocer a una persona sentimos una especie de obligación por llenar el silencio con todo tipo de estupideces. Eso es así. Y por eso es tan agradable estar con alguien con quien puedes simplemente callarte por un rato. Como si hubiera una cierta confianza de antemano. Algo inexplicable. Y es curioso, porque hay personas con las que nunca consigues eso, sin importar cuánto tiempo lleves conociéndolas; y hay otras con las que esa confianza viene desde el principio, desde el primer instante, desde el primer saludo. Es algo que se sabe. ¿Por qué a veces tenemos tanto miedo, aún cuando sabemos que hemos encontrado a alguien así de especial? Alguien que te permite ser tú mismo en un pacto de silencio, algo así como un acuerdo secreto. En teoría, haber encontrado una persona así debe ser por algo, las cosas no ocurren porque sí... ¿O sí?

viernes, 7 de septiembre de 2012

jueves, 23 de agosto de 2012

Resolución.


¿Cómo decir que estoy enferma de todo sin que suene como si mi vida fuera la más miserable de todas? Porque, en realidad, no lo es. He visto personas pasar por cosas horribles y seguir adelante. ¿Qué me hace diferente? Nada, nada en absoluto. Cierto es que me gustaría serlo, pero no lo soy. Sin embargo no puedo dejar de sentir esta presión, tan sórdida, en mi interior. ¿Cómo mentir sin ser una farsante? ¿Cómo sonreír si sé que pronto nada va a ser lo mismo? ¿Cómo no sentirme culpable, si yo soy la culpable? De pronto entiendo tantas cosas que me parecían tan ajenas, tan lejanas... Y, de algún modo inexplicable, yo misma me siento lejos de todo. Como viendo todo pasar ante mis ojos a través de una pantalla. No puedo creer que esté inmersa en cosas tan mundanas y al mismo tiempo tan tristes.